El aporte nutritivo de la alfalfa en la nutrición del ganado, destacándose las proteínas, la energía, las vitaminas, los minerales y los oligoelementos, son componentes base e indispensables, razón por qué cada vez más se apuesta en este alimento natural para la dieta de los animales.
Su composición evita la acidosis y mejora la fermentación microbiana del rumiante.
La inclusión de la alfalfa en la alimentación del ganado, conlleva variadas ventajas a todos los intervinientes.
Para el ganadero, permite lograr más calidad en el producto, por ser un alimento natural. La calidad de su valor nutritivo incrementa con la deshidratación, y el aporte proteínico es de gran valor para el ganado de aptitud lechera. Permite aún que sean implementados los sistemas de trazabilidad.
Para el consumidor y la sociedad en general, asegura la seguridad alimentaria garantizada por el proceso de trazabilidad desde el cultivo hasta el consumo final. Además, es un cultivo ecológico que permite mantener el paisaje verde a lo largo de su ciclo plurianual, evita la erosión de los suelos así como no destruye la fauna existente en la época de cosechas.
Para el agricultor, es muy rentable y actualmente goza de buenos precios. Permite el ahorro de dinero porque no tiene gastos en nitratos, mientras enriquece el suelo en nitrógeno. Permite también el ahorro en combustible, ya que no necesita de grandes labores ayudando así a una buena salud del medio ambiente.
Por todas estas razones, la alfalfa deshidratada es un óptimo alimento de base en la dieta del ganado.